Mi familia no es demasiado numerosa, tengo apenas algunos tíos de parte de mi papá y ninguno del lado de mamá, yo quiero especialmente a Luis, gran amigo de los juegos.
Mi tío Luis suele frecuentar los casinos; se ha pasado gran parte de su vida allí dentro, por lo tanto conoce la gran mayoría de los juegos y los secretos de cada uno, puede dar cátedras de los manejos de esos lugares y nombrarte cronológicamente cuál es la importancia de los casinos de todo el mundo a lo largo del tiempo.
Ayer por la tarde fui a su casa pues necesitaba que me enseñara los trucos más importantes para lograr
ganar a la primitiva; es que llevo largo tiempo apostando en ella y hasta ahora no he visto un centécimo y suponía él podría enseñarme algo o, al menos, traerme suerte.
Mi tío me dijo que si sigo sus consejos podré entender que esas dos palabras apostar y ganar están más unidas y son más similares de lo que se cree; él suele fanfarronear diciendo que no sabe lo que es perder y que por suerte él nunca se vio limitado en sus apuestas porque siempre comenzaba a jugar sabiendo quién era el vencedor del juego; supongo que muchas de sus historias no son del todo ciertas pero, al menos él no está en la miseria y doy fe de que apuesta muy seguido, esto me lleva a pensar que tan mal no le debe ir y por ende que tan mentiroso no ha de ser el tío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario